martes, 28 de junio de 2016

Cuando no hay sexo en la pareja

Lamentablemente la mayoría de las mujeres cuando buscan una solución al vaginismo, tienen varios años de relación con una misma persona, incluso hay muchísimas parejas que se atreven a intentar solucionar esta disfunción sólo por el deseo de tener hijos. 

Viven su intimidad como algo incómodo para ambos. Esta situación con el paso del tiempo, afecta de algún modo a la pareja; los hombres sufren un rechazo constante y las mujeres sienten la culpa día a día, logrando que la rutina de los dos sea lo menos sexual posible. Esto trae consecuencias a largo plazo, los hombres pudieran tener problemas de erección y las mujeres seguirían hundidas en su frustración, baja autoestima y con un deseo sexual casi nulo.


Mejora la comunicación


Lo primero que debemos hacer es entender el problema, leer con tu pareja acerca del vaginismo, ir a un especialista juntos, bien sea ginecólogos, sexólogos, psicólogos, etc. Saber que el vaginismo no es culpa de ninguno de los dos, que es un reflejo de contracción involuntario y conocer qué nos puede afectar puede darnos una oportunidad de mejorar la comunicación en temas sexuales y así acercarnos más a nuestra pareja.

Es importante hablar de las cosas que no nos gustan, que nos incomodan, que nos asustan, no tengas miedo de sugerirle maneras de acariciarte, besarte, etc., que a ti te hacen estar cómoda y tranquila. Las mujeres que sufrimos vaginismo vivimos constantemente con mucha ansiedad y más cuando de intimar se trata, un buen preámbulo nos ayuda a desconectar esos mensajes negativos que rondan en nuestra mente. Un consejo que les doy que a mí me ha funcionado muy bien, es acordar con mi pareja el no intentar por ningún motivo la penetración hasta haber acabado con el tratamiento, esto me ha aliviado muchísimo, no tengo que estar alerta por si me siento amenazada por la entrada del pene, sólo me relajo y me permito disfrutar de las sensaciones que antes iban acompañadas de tensión. De esta manera logramos "reprogramar" nuestro cerebro enseñándole que no tiene por qué tensarse sino más bien relajarse, porque lo deseas y te gusta, desasociar todo contacto sexual con algo negativo es un gran avance en nuestro tratamiento y a la vez una oportunidad de acercarnos a nuestra pareja y permitir que aunque sin penetración o coito, podamos disfrutar de contacto sexual.

Seamos creativas y disfrutemos en pareja



No todo el sexo se debe reducir al coito, hay muchas maneras de disfrutar y lograr el orgasmo sin la penetración, y para nosotras las mujeres con vaginismo son de gran ayuda.

Sin duda debemos hablar del sexo tántrico, que reúne técnicas que nos ofrecen disfrutar de nuestros cuerpos incluso durante horas, es una práctica sexual donde nuestros genitales no son los únicos protagonistas y el objetivo es dejarse llevar por el placer, aprender a disfrutar del sexo sin tabúes, presiones ni ansiedad, no centrar el éxito de una relación sexual en el orgasmo sino en el disfrute con libertad. El sexo tántrico nos enseña a darle más importancia a los besos, caricias, miradas, etc., disfrutar de forma más plena, sin prisas, sin metas y potenciar nuestros sentidos al máximo. Puedes usar música relajante, aromaterapia o aceites, mientras masajeas a tu pareja, o él a ti y disfrutan lentamente de cada parte de sus cuerpos. En Youtube hay muchos videos sobre cómo comenzar a practicar el sexo tántrico, les dejo uno de los muchos que hay AQUÍ, donde pueden obtener ideas de como comenzar a tener estos encuentros con su pareja.

También podemos utilizar la estimulación manual o el sexo oral para satisfacernos, si sientes ansiedad al manipular el pene de tu pareja, ve con calma, todo progreso que tengas es muy beneficioso para ambos, no hagas algo que te desagrade. Si no puedes permitir que tu pareja toque tus genitales, realiza la relajación muscular progresiva antes con él, vayan muy muy lento, disfruta, aclárale hasta dónde quieres que llegue o lo que no quieres que haga y date permiso de disfrutar de las caricias. Al principio puede ser bastante incómodo porque no hay la suficiente confianza aunque tengan años como pareja, en el tema sexual están comenzando, tengan paciencia y diviértanse. También pueden rozar sus genitales mutuamente sin intentar la penetración, muy suave, intenta acostumbrarte a como se siente el pene de tu pareja en tus labios mayores y menores, seguro ambos lo disfrutan mucho. 

Recuerda que intentar esos encuentros íntimos aunque sin coito puede ocasionarte tensión, nervios, etc., si notas que tus músculos están rígidos, haz tus ejercicios de kegel, controla tu respiración y dile a tu pareja cómo te sientes para que juntos puedan lograr que disfrutes. Si no logras controlar tu ansiedad tranquila, para e intenta otro día, no te desesperes, todas hemos necesitado detenernos en algún momento y reflexionar luego sobre qué debemos cambiar o mejorar para lograr unir su amor a través de sus cuerpos.


El apoyo de tu pareja es importante


En mi caso personal no he tenido una relación amorosa con alguien que me haya dejado por no poder lograr la penetración. Me casé con la persona con quien descubrí que tenía vaginismo intentando tener relaciones sexuales por primera vez, él me acompaña hoy día en esta lucha por superar esta disfunción. Durante tres duros años hemos tenido crisis, también buenos momentos, pero sobre todo los dos hemos crecido por esta dificultad que nos ha tocado vivir juntos. Hubo una época donde me quería ahogar sola con mi desesperanza de tener una vida sexual por lo menos normal, hasta que un día le dije: si no supero el vaginismo con este tratamiento, nos separamos. 

Yo no quería atarlo a una relación donde nunca iba a poder tener un coito placentero, no quería que estuviera conmigo, con una mujer incapaz de introducir en su vagina un tampón. Hace un año justamente comencé a asistir al psicólogo y me ayudó muchísimo, entendí que aunque sabía que yo no tenía la culpa de lo que me pasaba lo sentía igual. Podía decir sí, es una contracción involuntaria, pero muy dentro de mí me  culpaba, me hacía responsable de mi incapacidad para introducir algo en mi vagina. Lo que necesitaba era liberarme de responsabilidades y culpas, dejar de repetirme que mi esposo sufría por mí. 

Veo ahora las cosas muy diferentes, si sufrimos es juntos, no por culpa de él o mía, aprendimos a conocer mi cuerpo extremadamente sensible, me permití pensar más en mí, aprendí a decir que no (antes aguantaba así me sintiera incómoda), también aprendí a expresarle mis deseos de intimar con él.

Poco a poco nos hemos conocido más en este tema, aunque todavía nos falta mucho, la clave es apoyarte en tu pareja, si no te ayuda, enséñale cómo puede hacerlo, exprésale que sería más fácil si él se involucra más. Hazle saber que tu rechazo, a veces bastante brusco son producto de algo involuntario por ahora, que tiene solución y que puedes controlarlo, sólo necesitas de su paciencia y comprensión. Hoy puedo decir que aspiro a no tener una relación sexual normal, sino a tener una vida sexual maravillosa y plena, deseo recuperar el tiempo perdido con mi pareja invirtiendo cada segundo que tengamos en disfrutar de nuestro amor también físicamente.

No te rindas, te mereces ser feliz por los cuatro costados! no te alejes de tu pareja más de lo que el mismo vaginismo lo hace por ti. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario